Con un solo soplido e invocando a Jesús, el pastor logro que sus fieles realicen movimientos incontrolables (digamos… ponele!!!) y se muevan al ritmo de nuestro Señor.
Como dice la canción: «Enamorado de ti, enamorado de Jesús”
Con unos cuantos soplidos el pastor puso a todos los fieles que se encontraban en la Iglesia, a moverse de manera descontrolada, inclusive algunos perdían al conocimiento y quedaban tendidos en el piso.
Y bueno, ya lo dice el dicho popular, La fe mueve montañas…
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