RÍO DE JANEIRO, 20 de febrero. El domingo último pasado una veintena de personas fueron atacados por palometas, peces carnívoros de la familia de las pirañas al estar tomando un baño en un río al sur de Brasil.

Este pez es típico de la región y aunque es carnívoro, no ataca a los humanos; sin embargo, la tarde del domingo en dos balnearios diferentes se reportaron personas que fueron atacados con mordeduras en pies, manos e inclusive orejas. Los ataques ocurrieron en el río  Toropi, que atraviesa la parte central de Brasil.

Los bomberos suponen que estos ataques se deben al bajo nivel que trae el río por las pocas lluvias registradas y a la escases de alimentos.

¡Qué miedo! Imagínate disfrutando en pleno verano del fin de semana en el río y que de repente te ataquen las pirañas–¡esto es de película! Afortunadamente fuera de las mordeduras esto no pasó a más, pero el hecho es que los cambios ambientales, la contaminación, el efecto invernadero, el calentamiento global y todo aquello que está trastornando el clima alrededor del mundo, está haciendo que el comportamiento de los animales cambie por las situaciones en sus ecosistemas y la falta de alimento y se vuelvan peligrosos para el hombre.

Las pirañas llegan a medir entre 15 y 25 centímetros, viven en los ríos y son totalmente de origen sudamericano, especialmente de Brasil, Venezuela, Bolivia, Perú y Paraguay. Se caracterizan por sus grandes y afilados dientes y por su apetito insaciable por la carne. Su nombre significa “Pez Diablo” y vaya que sí lo ha sido, por lo menos para estos pobres bañistas que se han llevado el susto de su vida y que difícilmente volverán a meter un dedito en el río.