Porque no tenían dinero para pagar el servicio fúnebre, una familia llegó a la estación Allende del Metro de la Ciudad de México con un ataúd a cuestas para trasladarlo al cementerio.
Cuatro hombres y dos mujeres, junto al féretro se presentaron en la estación del metro, pagaron los respectivos boletos y se disponían a convencer al policía que resguardaba la entrada.
“El muertito ya pagó su pasaje”, le dijeron al vigilante
Si bien la ley de acceso al metro impide el ingreso con objetos voluminosos o que pongan en riesgo a los pasajeros, el policía les permitió el acceso para que llegaran a Taxqueña, donde fueron escoltados por las autoridades para asegurar que no hubiera ningún incidente.
[wp_ad_camp_5]Si bien el féretro llego a su destino, y los familiares lograron su objetivo, el policía que los dejo ingresar no corrió la misma suerte. Lo acusan de violar el Reglamento de Movilidad de la Ciudad de México y el Manual de Usuarios del Sistema de Transporte Colectivo, dijo un funcionario.
De acuerdo con la norma, los usuarios no pueden acceder con objetos que puedan dañar las instalaciones o los trenes del transporte público. Tampoco pueden abordar con cosas que causen molestia o estorben, y la autoridad puede negar el servicio si las personas portan objetos que pongan en peligro a los demás usuarios.
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