Un artista checo, David Cerny, conocido por su postura anti-comunista ha flotado una enorme estatua de una mano haciendo un gesto típico de repulsión en el río principal de la ciudad de Praga, días antes de las elecciones parlamentarias que podrían dar a los comunistas un triunfo en las elecciones después de más de un cuarto de siglo de que fueron expulsados del gobierno.

Una mano purpura gigante, extendiendo un dedo de gran tamaño se colocó sobre el Rio Vltava, cerca al famoso puente de Charles Bridge y visible desde el Castillo de Praga, sede de la presidencia.

Sería la primera vez desde el año 1989 en donde se llevó a cabo la Revolución anticomunista de Terciopelo que el partido comunista obtendría el poder, al menos indirectamente.