La clavadista China Wu Minxia, que ha cosechado unos cuantos títulos estos últimos años, entre ellos es tres veces campeona olímpica y seis veces campeona mundial, vive en un mundo casi perfecto.
 
Sus padres le han ocultado, entre otras cosas, que sus abuelos han fallecido hace más de un año, y que su madre llevo más de ocho años luchando contra el cáncer.
 
Sus padres no quisieron interferir en el entrenamiento que Wu estaba realizando para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, por lo que decidieron ocultar dicha información hasta que ganara su medalla dorada en los saltos de trampolín de tres metros de altura. Convirtiéndose en la primera clavadista en lograr el oro en tres olimpiadas consecutivas.
 
“Nos llamó un día después de la muerte de su abuela. Yo apreté los dientes y dije: ‘Todo esta bien, no hay ningún problema”, explica el padre de Wu. “Hemos aceptado desde hace mucho tiempo que ya no nos pertenece por entero. Ni siquiera me atrevo a pensar en cosas como disfrutar de la felicidad en familia”, agrega
 
Wu comenzó su carrera deportiva a los 6 años de edad, a los 16 se despidió de su familia para internarse en una escuela de deportes acuáticos. Lo que ocasiona que sus padres vean muy poco a su hija y se enteran de su vida por medio de Weibo (el twitter chino).
 
Esta historia ha causado mucha polémica en China, donde se han abalanzado contra el sistema deportivo en el país muchas veces criticado por su dureza.